Hª FERROCARRIL - TRANSIBERIANOID92910069
Para el año 2021-2022, aprovechando que se celebra el Año Europeo del Ferrocarril y el 80 Aniversario de Renfe, la FNMT-RCM emite una colección de 20 monedas dedicada a la Historia del Ferrocarril, con el fin de hacer llegar a nuestros clientes la evolución de uno de los medios de transporte más importantes de la Humanidad.
La colección consta de veinte monedas. Las quince primeras emitidas en 2021 y las cinco restantes en el año 2022.
En el anverso se reproduce en colores una imagen del TRANSIBERIANO que con sus 9297 Km que separan la estación moscovita de Yaroslavski y la asiática de Vladivostok es el ferrocarril más largo del Mundo. Por encima de la imagen central la leyenda TRANSIBERIANO. En la zona exterior de la moneda aparecen motivos que recuerdan las formas de los raíles del ferrocarril.
En el reverso (común a todas las piezas), dentro de un círculo central aparece la leyenda HISTORIA DEL FERROCARRIL; debajo, el valor de la moneda 1,5 EURO. Fuera del círculo central, se reproduce una imagen de una vía férrea.
Serie | Historia del Ferrocarril |
Año Emisión | 2022 |
Color | Sí |
Diámetro (mm) | 33 |
Valor Facial (Euro) | 1.5 |
Metal | Cuproníquel |
Peso (g) | 15 |
Tirada (unds.) | 7.000 |
HISTORIA DEL FERROCARRIL - TRANSIBERIANO
Los 9.297 kilómetros que separan la estación moscovita de Yaroslavski y la asiática de Vladivostok convierten al Transiberiano en la línea de ferrocarril más larga del mundo.
El 1 de junio de 1891, Nicolás, heredero del Zar Alejandro III, inauguró simbólicamente su construcción en la estación terminal de la línea. La complejidad de la obra, iniciada por ambos extremos y dividida en secciones, hizo que hasta 1905 no se pusiera en explotación el primero de sus tramos y hasta 1916 no se completara en su totalidad.
Tal duración se debió, no solo a su longitud, sino también a las dificultades orográficas que tuvo que superar, como la cordillera de los Urales, y climáticas, como las propias de Siberia. No fue menor la importancia que representaron la falta de mano de obra, las epidemias y las guerras que hubo durante este dilatado tiempo. Todo ello hace, en definitiva, que esta sea la obra de ingeniería ferroviaria más épica de cuantas se han llevado a cabo.
La línea está jalonada de monumentales obras de fábrica como, por ejemplo, el viaducto que salva el río Obi en Novosibirsk, con siete tramos y un coste que alcanzó en 1897 el millón de dólares. Su electrificación comenzó en 1929 y fue completada totalmente en 2002. El Transiberiano unió los océanos Atlántico y Pacífico, consolidó políticamente el Imperio Ruso, pero, sobre todo, rompió el aislamiento de Siberia ya que integró este territorio, primero, en la economía de este país, y, más tarde, del mundo.
Este ferrocarril funcionó como un tronco del que se derivaron otras líneas y numerosos ramales, que, a su vez, han posibilitado la integración de otros países como Uzbekistán y Mongolia.
Más recientemente está siendo utilizado como vía de comunicación entre la emergente China y Occidente.