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MONEDA CASTILLOS - ALHAMBRA DE GRANADAID92930051

MONEDA CASTILLOS - ALHAMBRA DE GRANADA

16,94 €  

14,00 €   * IVA no incl.

107  Disponible

 

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre presenta una nueva serie de monedas de colección dedicada a los “Castillos del Mundo”. Ha resultado difícil realizar la selección, teniendo en cuenta que sólo en España hay registrados más de 10.000 castillos, por lo que hemos contado con la colaboración de la Asociación Española de Amigos de los Castillos para una adecuada elección de los castillos a representar.

La colección está compuesta por dieciséis monedas, que se pueden adquirir individualmente, en colección completa y por series de cuatro monedas cada una. 

En el anverso se reproduce en colores una imagen de la Alhambra de Granada, denominada así por sus muros de color rojizo («qa'lat al-Hamra'», Castillo Rojo). Está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.

En el reverso (común a todas las piezas), dentro de una zona circular central, aparece el valor de la moneda 1,5 EURO; a su derecha, la marca de Ceca; en la parte inferior, la leyenda CASTILLOS DEL MUNDO. Rodea las leyendas de la zona central una alegoría a la estructura de los castillos.

Información de la Moneda
Serie Castillos Del Mundo  
Año Emisión 2023  
Color Sí  
Diámetro (mm) 33  
Valor Facial (Euro) 1.5
Metal Cuproníquel  
Peso (g) 15  
Tirada (unds.) 5.000  

Alhambra de Granada

Decir Granada es pensar en la Alhambra ¿o es al revés? Esta maravilla única en el mundo, enclavada entre dos ríos, y con la imponente Sierra Nevada al fondo, no fue un conjunto arquitectónico unitario. Antes al contrario, la Alhambra (que es castellanización del árabe Al-Qal’a al Amr, el Castillo Rojo, debido al color de la arcilla con que sus murallas fueron levantadas) resulta de una superposición de variadas edificaciones y dependencias que sucesivamente aportaron el emirato, califato, ziríes, almorávides y almohades, para ya en los siglos XIII y XIV, bajo la dinastía Nazarí que dominó Granada durante 250 años, ser objeto de reformas y ampliaciones de gran calado, como la Alcazaba o la muralla con sus 24 torres, que configurarían la definitiva disposición del castillo-palacio musulmán medieval más completo y mejor conservado de Europa.

Con el Tratado de Granada, firmado en enero de 1492, y la entrega de las llaves de la ciudad, representada por el pintor aragonés Francisco Pradilla, en su famoso cuadro La rendición de Granada, los Reyes Católicos pusieron fin a ocho siglos de dominación musulmana en la Península Ibérica. La importancia y significación de este hecho, confirió a la Alhambra un gran valor simbólico, hasta el punto de que provocó la incorporación de una granada al escudo real y que los Reyes Católicos decidieran construir en esa ciudad el que sería su sepulcro.

Desde el mismo año de la conquista, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón comenzaron a realizar obras, redecoraciones y nuevas edificaciones en el conjunto de la Alhambra. Labor que también continuó Carlos I, con la construcción dentro del recinto del monumental Palacio Nuevo en 1526, bajo la supervisión del arquitecto Machuca. Ni el terremoto de 1522 ni la explosión accidental de un polvorín en 1590 detuvieron esta intensa actividad fabril, que privó, a la Alhambra, en parte, de su herencia árabe.

Con la instauración de la casa de los Borbones en el trono de España, la Alhambra se vio sumida en un estado de abandono y deterioro, estado que no mejoró con la llegada de las tropas invasoras francesas a principios del siglo XIX, a la que sometieron a su habitual pillaje y destrucción. Pero fue este estado el que, paradójicamente, encandiló a los grandes escritores y viajeros románticos del siglo XIX, como Washington Irving, Alejandro Dumas o Teófilo Gautier. A través de sus memorias y libros de viajes dieron a conocer al mundo los encantos de este lugar sin igual, lo que empujó a las autoridades nacionales a la recuperación de este monumento tan valorado y apreciado en otros países.

A partir del reinado Isabel II y durante buena parte del siglo XX, se procuró devolver a la Alhambra su anterior esplendor y magnificencia, acometiendo todo tipo de reconstrucciones y reparaciones, con no mucho acierto en ocasiones, puesto que se incorporaron algunos elementos ajenos a las construcciones originales de los primeros siglos de dominación árabe.

La Alhambra, joya del reino nazarí, símbolo de Granada y de España, el monumento más visitado de nuestro país, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1984. «Las lágrimas me subían a los ojos, y no eran lágrimas de pesar ni de alegría, eran de plenitud de vida silenciosa y oculta por estar en Granada». Miguel de Unamuno.