El grabado se realiza haciendo incisiones directamente en una plancha de metal con una herramienta de mano llamada buril, realizando el artista los trazos a diferentes profundidades y distancias y con diferentes inclinaciones, lo que le permite resaltar los reflejos y los objetos a representar. Este grabado se realiza sin la intervención de ácidos, ceras o barnices.

La etapa siguiente es la impresión. La plancha de metal se entinta, el exceso se limpia debidamente con un paño de tarlatán (el tejido apropiado) y la impresión se lleva a cabo en el tradicional tórculo de accionamiento manual.

El buril presenta una vista de la Puerta de Goya situada en un lateral del Museo del Prado de Madrid. El edificio, cuyo proyecto del arquitecto Juan de Villanueva fue aprobado en el año 1786, supone una de las cimas del neoclasicismo español y se comenzó a construir inmediatamente y después de muchos avatares fue inaugurado en el año 1819, como Museo Real de Pinturas.